La Tarde
Ella se dio cuenta que el corazón no me cabía en el pecho al
verla y me quiso ayudar. Yo siempre intente esconder la verdad atrás del
lenguaje pero el silencio comenzó a delatarme. La miraba en silencio pero al
abrazarla mi corazón ya no quería seguir dentro.
No sé cuando ni como llego esa tarde en que nos dedicamos a
descifrar las figuras que había en el techo, trizaduras que nos distraían de
nuestra piel que también se termino trizando.
Mi cabeza reposaba en su cuello mientras las manos se perdían, se
perdían entre nosotras. Quería llenarme los pulmones con ella, llenarme la boca
con ella, reposar después de que mi cuerpo extrañado se dedicará a investigar
el suyo. Me beso y probablemente ahí fue donde todo lo que quise y pensé se me comenzó a olvidar de a poco.
Lo único que yo he aprendido en la vida es a dibujar en el
aire, entonces la mire, moví los brazos y le mostré como acercarse. Esa tarde supo
cual era el camino y avanzo hasta mí, después de unas horas uso el mismo camino
en inverso para alejarse.
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