El mundo por primera vez

Hay una habilidad que nunca he tenido y pienso quizás nunca tendré, unir las palabras y organizar oraciones simples, sin adjetivos, un montón de hechos irreales en espacios definidos con precisión. Por eso cada vez que le relato una historia a mi sobrino antes de dormir, sólo le voy creando más preguntas que terminan manteniendolo despierto por horas ¿de qué color era? ¿por qué el elefante soplaba tu avión? ¿los pájaros se despeinaban con sus soplidos? ¿me trajiste alguna pluma? ¿como eras de niña? ¿por qué no hay perros sin dientes? ¿que es el horizonte?

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