Tatuajes

Desde niña he tenido este problema, a veces el humo me alertaba de una quemadura o la sangre en su explosión de los cortes. Nunca supe cómo era o quizás era tan parte de mi que no lograba temerle.
Con los años supe que esos cortes y quemaduras también me iban quedando y afectaban el correcto funcionamiento de todo. Resfrios interminables porque no era consciente del frío, amores que se terminaban porque tampoco entendía de otros dolores. Me acostumbre a ver el mundo sin ese miedo, solia arrojarme a la vida y dejar que me hiciera pedazos, creyendo reconstruirme a diario.
Hoy cerca de mi cumpleaños, en época de balances de la vida siento como todo escurre dentro de mí y se escapa, son tantas trizaduras que no puedo contener nada, como el aire, todo se mueve en mi y se va. Levanto mi copa y dejó al alcohol desinfectar y sellar las heridas, después de unos segundos se evapora.

Comentarios

Entradas populares